lunes, 3 de marzo de 2008

LA MUERTE DE 'RAÚL REYES'

eltiempo.com / editorial / columnistas

¿Somos el Israel de la región?

María Jimena Duzán. Columnista de EL TIEMPO.
..."Hoy sí se puede decir que las Farc están seriamente golpeadas y quizás muy cerca de su fin.

Digámoslo sin ambages: hasta el viernes, el fin del fin de las Farc, anunciado por el general Padilla, era una frase más propia de la propaganda oficial que de la realidad. Una guerrilla cuya cúpula no había sido tocada no podía estar agonizante. Sin embargo, con la muerte de 'Raúl Reyes', vocero internacional de las Farc y miembro del secretariado, abatido por las fuerzas colombianas en un campamento en territorio ecuatoriano, la cosa cambia: hoy sí se puede decir que las Farc están seriamente golpeadas y quizás muy cerca de su fin.

Para los miembros del secretariado debió de ser duro ver cómo la muerte de su segundo hombre fue recibida por muchos colombianos con un inmenso alivio y con una gran satisfacción. "Uno menos" fue la expresión que oí en más de una ocasión. No solo nadie deploró su muerte, sino que la reacción fue muy similar a la que se sintió en las calles de Colombia con la muerte de Pablo Escobar.

Tantos años de atropellos, de minas 'quiebrapatas' y de secuestros han terminado por convertirlos en una guerrilla repudiada por todos los estamentos del país. Por los terratenientes y por los desplazados; por los que tienen y por los que no tienen. No solo han perdido interlocución con el país, si es que alguna vez la tuvieron, sino que hoy andan guarecidos en la zona de frontera, que es donde la guerrilla se ha ido refugiando en estos 6 años. Por muchas razones, en este conflicto colombiano no hay una guerra que se esté librando con más apoyo ciudadano que la de Uribe contra las Farc. Eso no se lo discutimos ni sus críticos.

Esta es la buena noticia. La mala es que a esa opinión colombiana tan manipulable como degradada a causa del conflicto no le importa si esta guerra se libra recurriendo a costosos atajos. Uno de esos se tomó el viernes pasado, cuando se procedió a hacer el operativo contra 'Reyes' a sabiendas de que este se encontraba en territorio ecuatoriano. La reacción del gobierno vecino no se hizo esperar. El operativo fue considerado como una intromisión indebida por el presidente Correa, quien llamó a consultas a su embajador y acusó al presidente Uribe de mentiroso por no haberle contado sino una versión maquillada de lo que realmente sucedió. Por si fuera poco, el presidente Chávez aprovechó el episodio para atizar la hoguera de las relaciones con Colombia al cerrar su embajada y ponerse en pie de guerra en la frontera. Es probable que nada de esto nos importe a los colombianos y que creamos que cualquier acto inescrupuloso es justificable en la guerra contra las Farc. Sin embargo, hay unos pocos que pensamos distinto. Una cosa es que las Farc estén golpeadas y otra que para derrotarlas nos sea permitido convertirnos en el Israel de la región, sin que realmente lo seamos. Semejante audacia nos puede costar muy caro. No sería la primera vez que el gobierno del presidente Uribe realiza este tipo de operaciones estilo comando israelí. Tuvimos la de Granda en Venezuela y mis fuentes me dicen que algo parecido sucedió con la misteriosa captura de 'Simón Trinidad', acaecida también en Ecuador.

El otro peligro que se cierne sobre la democracia colombiana es más difícil de capotear porque tiene que ver con la gran aceptación que viene teniendo en la opinión la tesis de que para acabar realmente con la serpiente de las Farc hay que pasar por la reelección del presidente Uribe, porque es el único capaz de acometer semejante hazaña. Y lo digo porque, al otro día de la muerte de 'Raúl Reyes', en las calles, los centros comerciales y los clubes, los promotores de la reelección de Uribe salieron a recoger firmas con el propósito de capitalizar el 'momentum'. Ustedes dirán que soy una aguafiestas y que este no es momento sino de gloria. Si hipotecamos la lucha contra las Farc a la vigencia en el poder del presidente Uribe, no solo estaremos contribuyendo a horadar institucionalmente a un país ya bastante descuadernado, sino que probablemente esa persistencia en el poder en cabeza de Uribe servirá de gasolina para el surgimiento de nuevas violencias. Probablemente se acaben las Farc, pero también nuestro Estado de Derecho.

María Jimena Duzán".